4.3.-Los lenguajes gráficos
"Los primeros estudios que se hicieron sobre el arte
primitivo y prehistórico estuvieron muy orientados en
sentido de demostrar que existían dos polos opuestos:
naturalista por un lado y geométrico por otro, de tal
manera que el arte evolucionaría desde uno hasta alcanzar
el otro. Los estudios posteriores han demostrado que en la
historia tienen lugar ambos procesos; no hay motivo para
considerar a cualquiera de ellos más típico o más
primitivo. Las formas geométricas y naturalistas pueden
surgir independientemente en contextos diferentes y coexistir
dentro de la misma cultura." (Alcina 1998, p.113).
Los artistas emplearon para la realización de las figuras
diferentes lenguajes gráficos. Entendemos, como Alcina,
(Alcina, 1998), que tanto el asunto o tema de la obra, como su
finalidad y la técnica determinan la forma del arte y
establecen, así mismo, el estilo. A cada finalidad un
lenguaje, a cada asunto un lenguaje. He aquí la explicación
de la explosión de lenguajes gráficos en la
iconografía del Abrigo Grande. Encontramos un lenguaje
naturalista y realista, en el que el artista emplea para la
descripción del objeto a representar, la manera más
próxima a la forma natural (ver figura 2 panel 1: un bóvido
con un grado de naturalismo alto).
El lenguaje esquemático lo encontramos en las figuras
como la 126 del panel 7, esta figura, como ya hemos visto en el
apartado de la técnica, ha sido realizado con una barra de
pigmento. Aquí vemos como la técnica y tal vez la
finalidad y el asunto han determinado el estilo y el lenguaje en
la ejecución de la obra.
La abstracción, entendida como la parte por el todo, ha
sido empleada de diferentes formas. Uno de los ejemplos más
característicos lo tenemos en la escena de avestruces del
panel 5 (figs. 102 a 114). En este caso, para la representación
de la figura del avestruz, se optó por ejecutar tan sólo
el cuello y la cabeza se sobreentendía el resto. Tan sólo
el primer avestruz y el último de la hilera fueron
representados completamente, los que correspondían al macho
y a la hembra (ver lámina nº 9). Podríamos
considerar como lenguaje abstracto (la parte por el todo) las
figuraciones de manos, pero éstas nos plantean varios
problemas para su inclusión en este apartado, pues es
evidente que la mano es una parte del todo, pero no sabemos la
intencionalidad de los artistas y, por tanto, la imprenta de mano
podría ser considerada como un signo (dentro de un lenguaje
posible), un símbolo (un símbolo de poder, de vida
etc.) o simplemente una marca (dejar la marca de la mano, firmar).
Puede apreciarse también en la iconografía el
lenguaje simbólico. Éste es, a nuestro parecer, el
que puede observarse en el panel 13 (fig.223). En esta figura, que
representa una manada de jirafas, ha sido sustituida su forma
natural por un símbolo. No ha sido suplida por un parte del
animal, como en el caso de la abstracción, si no por una
forma gráfica que nos recuerda la figura que queremos
representar. En este caso, la jirafa ha sido sustituida por un
trazo vertical (un trazo que nos hace recordar las características
fisiológicas de la jirafa) en cuyo extremo se ha colocado
una forma esquemática de cabeza, todo ello como un cetro.
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